La Flor Rebelde
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Aryan Mar Nov 03, 2009 11:55 pm

Daban las doce de la noche del 24 de diciembre de 1750.

Una joven de unos 19 años, observaba el cielo estrellado por uno de los balcones de la biblioteca del hogar de la familia Suárez; y respiraba acompasadamente el suave olor de las noches del Moncayo.

Iba vestida con un bello modelo de la época en tonos pasteles; y su cabello caía suelto en bellos bucles sobre su hombro y su espalda. En una de sus manos sostenía un bello guante color blanco, mientras que en la otra (con el guante puesto), acariciaba la baranda de bella caoba del balcón.

Sintió un ruido, y giró rápidamente, José, uno de los sirvientes de la familia, había entrado al pequeño refugio de María Ángel; quien inclinó la cabeza en un saludo casi imperceptible.

-Son las doce señorita, su madre la llama-

-Deseo estar sola, José, déjeme en paz, mi madre puede esperar unos momentos-

-Mi señora, se encuentra bien, casi no ha comido, y se ha recluido aquí apenas comenzado el baile...- José no pudo terminar de hablar, ya que la joven levantó su mano y dijo:

-No quiero ser descortés, retírese, deseo estar sola-

José abandonó la estancia, y se sentó en una de las butacas del lugar sumamente pensativa.

--------------------------------------------------------------------


Me senté en una de las butacas de la biblioteca, tenía que decidir que haría de mi vida esa misma noche...

Por un lado, mi familia, y los valores de la magia que sustentaban; y por el otro, la misteriosa viajera que había llegado a su hogar esa mañana.

¿Podía ser que tuviera razón, y que los mago debieran dominar por el bien de la humanidad?

Parecía que la misteriosa y bella mujer hubiera leído sus más profundos y oscuros pensamientos; ambas compartían la misma ideología.... Pero ¿qué hacer? Traicionar a su familia, y ... al hombre que más amaba en este mundo; o vivir una farsa por el resto de su vida...

-¡Ya tomé una decisión!- dije levantandome bruscamente.

Caminé hasta la puerta de la biblioteca y salí; al cabo de unos minutos entré al salón principal, donde unas cien parejas danzaban alegremente.

Me acerqué a mi madre, quien me abrazó con los ojos llenos de lágrimas, mientras decía:

-¡Feliz Navidad, María Ángel, tú sabes cuanto te amo!-

-¡Feliz Navidad, madre, sabes que te amo tanto como tú a mí!- Le respondí fingiendo alegría.

Me senté a su lado y comencé a buscar a Diego con la mirada. Lo amaba tanto, pero a la vez lo despreciaba.... él era inferior, no podía permitirme el amar a un muggle, no podía....

Entonces lo ví, alto y moreno bailando con la extraña viajera. Los ojos de Diego se posaron en los míos, y me sonrió, le devolví su pura sonrisa; y le envié un suave beso mientras esperaba el fin de la pieza que sonaba en ese momento.
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Sagitas Payasa Miér Nov 04, 2009 12:03 am

No había sido difícil… La Familia Suárez había cooperado sin dudar con ella y la había acogido en la mansión a pesar de la época de fiestas en la que había llegado. Tampoco le había quedado más remedio.

Se había presentado en la puerta aquella misma mañana sin avisar de su visita. Le gustaba presentarse de improvisto en las mansiones y observar la reacción que desataba su aparición. A veces era de disgusto, casi siempre de curiosidad y recelo, todas con miedo ante la tarjeta con la Calavera y la Serpiente que entregaba al Mayordomo que le atendía

-- La Señora le atenderá en la Sala de Visitas. Acompáñeme, por favor.

Ella le siguió hasta una gran habitación decorada con múltiples cuadros renacentistas y pequeñas obras de arte esculpidas. Sonrió satisfecha por la decoración algo austera de la Sala. Lo justo para indicar la fuerza económica del apellido Suárez, lo suficiente para no ser recargada ni barroca.

Su presencia levantó una serie de murmullos en los personajes pintados en las telas quienes, incrédulos, miraban a aquella muchacha de cabellera violeta caminar por la sala con mirada crítica y tocar algunas de las estatuillas que la decoraban.

-- ¡Es un placer para mí darle la bienvenida, señora…!

-- Srta. Sagitas, Sra. Suárez. Me llamo Sagitas Ryddleturn Lovegoodwell… El placer es mío – contestó ella extendiendo una mano fina, blanquecina, de rasgos suaves y manicura francesa. Era la nueva moda en la capital madrileña del S. XVIII y la matriarca admiró aquella mano que le apretaba en un gesto decidido.

Sacudió la cabeza ligeramente y se bajó la capucha de su capa, liberando los rizos que cayeron en cascada hacia sus hombros, dejando ver una melena de un color violeta inusitado.

-- Tal vez encuentre mi visita… desconcertante.

Su sonrisa no quiso ser sardónica pero con la expresión de su cara demostraba eso, el miedo y el desconcierto ante aquella dama elegante con un vestido ajustado al cuerpo hasta la cintura y de amplia cadera y vuelo en pliegues hasta rozar el suelo, escondiendo debajo unos lindos zapatos de tacón que le hacían más alta sin cabe de lo que era.

(http://hemi.nyu.edu/cuaderno/censura/imagenes/f_c/vestido.jpg)

-- Bueno… Un poco sí que me ha sorprendido, cierto…

-- Por supuesto, supongo que pocas visitas de La Marca debe de recibir en su casa. Muy linda y acogedora, por cierto…


Le gustaba hostigar a aquellos magos que demostraban poco o nulo apoyo a su bando, que preferían mantenerse neutrales por cobardía o por lasitud. Fijó sus ojos marrones en los de la mujer y volvió a sonreírle.

-- En realidad vengo a ver la Srta. Suárez. Traigo una notificación de la Oficina Tenebrosa que quisiera darle personalmente.

Disfruté con el terror que se asomó a sus ojos que camufló con aplomo en una tosecita ridícula. Fingí no darme cuenta de los murmullos de los habitantes de los cuadros. Algunos se habían cambiado hasta encontrar el marco desde el que mejor se captaba nuestra conversación.

-- ¿Para… María Ángel? ¿Y qué necesita de mi hija? ¿No querrá…?

Sacudí con gracia el polvo imaginario de mi capa sin contestarle. Me tomé mi tiempo, sonriendo todo el rato ante el nerviosismo que le hacía estrujar un mini pañuelito que llevaba en las manos.

-- No vengo a… atacarla, si es lo que imagina. Si fuera eso luciría una hermosa calavera en el cielo… y ya estarían muertos.

Me miró incrédula.

-- Pero que yo sepa no tenemos ningún motivo para ello, ¿verdad?

Mi voz sonó lo suficientemente sincera como para que dejara de estrujar el pañuelo.

-- Vengo a comentarle el ingreso en nuestra Academia. Su solicitud ha sido aprobada.

-- No he mandado ninguna solicitud, creo…


La voz llegó por detrás. Una linda muchacha de unos 19 años había entrado por una de las puertas laterales. Su rostro marcado y decidido me indicó que estaba ante alguien responsable y de ideas claras. Le sonreí mientras avanzaba hacia ella con el brazo extendido, ignorando la exclamación de sorpresa de su madre. No supe si pensó que le iba a agredir o a abrazar. No hice ni lo uno ni lo otro. Me presenté de nuevo.

-- Sagitas Ryddleturn Lovegood, Srta. Suárez. Soy Profesora en la Oficina Tenebrosa. He atendido su ficha y la he aceptado. Es usted una de las pocas agraciadas que lo han conseguido.

Ante su mirada silenciosa le aclaré:

-- No hace falta solicitarlo. La Marca sigue a los mejores de las promociones, les seguimos los pasos y estudiamos su caso. Usted ha sido aprobada y, si lo desea, por supuesto, entrará en la Oficina para pasar el último filtro antes de ser mortífaga.

-- No, no… Es un error. María Ángel no es mortífaga. Está haciendo oposiciones para el Ministerio de la Magia. Será una jurista como lo fue su padre…

-- Sí, el Sr. Suárez… Leí su muerte, muy desagradable caer en una reyerta entre bandos y no saber defenderse…
-- contesté cortésmente.

Miré a la muchacha.

-- Ella piensa que de haber sabido duelear ahora disfrutarían de su presencia en esta fiesta.

-- ¡Eso fue una conversación privada!
– protestó airadamente María Ángel.

-- Por suerte La Marca tiene oídos en todas partes y escuchamos su petición de ser mortífaga.

-- ¡Miente!
– el pulso de la mujer se había acelerado y las arrugas de su rostro se acentuaron por el miedo. Acababa de chillar a una mortífago. Su pose elegante y su lenguaje educado no ocultaban que pertenecían a un grupo… oscuro y peligroso. Contestó desesperadamente. – Él defendía a los muggles y que había que respetarlos. Maria Ángel no quiere ser mortífago.

-- No, Madre…


Las palabras de la chica la golpearon y la hicieron sentarse en una de las sillas junto al diván. Ella corrió hacia su madre y le tomó la mano. Sagitas permaneció detrás, esperando.

-- Es cierto. Siempre creí que si Padre se hubiera defendido del ataque no estaría muerto. Era bueno pero nunca quiso subir de rango. Como Error Administrativo archivaron el caso pero el Auror que lo mató no quiso cerciorarse antes de si era un neutral o un Mago peligroso.

-- Fue un accidente
– susurró débilmente.

-- Fue un asesinato – afirmó ella con contundencia.

Sagitas dio unos pasos hacia ellas. Ambas la miraron sorprendidas de tener una testigo de esa conversación que nunca antes habían tenido.

-- El Mago ha de salvaguardar a todos, por eso luchamos los mortífagos. Tenemos el poder suficiente que nos ampara y no tenemos que escondernos ante los muggles, debemos luchar por salir a la Luz y no mantenernos escondidos como pretende el Ministerio. No somos malvados en sí; queremos que se reconozca nuestro derecho a pasear ante ellos sin que debamos escondernos. Somos fuertes y orgullosos. Y no queremos falsear nuestras personalidades por gente que nos ignora. Y si nosotros tenemos el poder de la Magia ¿por qué no utilizarlo? Somos orgullosos de nuestros poderes mágicos y no entendemos que por respeto a quienes no nos conocen siquiera debamos escondernos… Eso es lo que nos diferencia de los Aurores, Sra. Suárez. Somos orgullosos magos que no nos importa demostrar nuestra fuerza.

Sabía que mis palabras confundían a María Ángel. Pensaba lo mismo y sin embargo… Su mente vagó unos instantes… Sonreí de nuevo.

-- Tengo una cita ahora. Una cita no tan… amigable como la que estamos teniendo... Debo partir enseguida. Pero… -- vi el sobresalto en la cara de la madre de mi futura pupila – volveré. Necesito que esta noche me confirmes si aceptas el honor de unirte a la Academia y luchar por ser de las mejores estudiantes. Sé que celebrarán una fiesta esta noche a la que estoy invitada, ¿verdad? Después del baile espero tu respuesta.

Avancé dos pasos hacia la puerta y la madre se encongió ligeramente.

-- Volveré a tiempo para bailar con… ¿Diego? Creo que tendremos que mantener una conversación amena ese muggle y yo…

La sonrisa no había abandonado mi rostro todavía.

-- Con su permiso, Sra. Suárez, Srta. Suárez…

Desaparecí sin dejar ni rastro de mi figura. Sólo permaneció en el aire el aroma de canela que siempre me acompañaba.


OFF.-

¡Muy bien, Aryan! Ha sido un rol corto pero interesante. El que lo hayas basado en el pasado me ha emocionado…
Bueno, además de ser un rol formado por frases sencillas y amenas…, te diré que hay ciertos errores mínimos que deberías vigilar. Son sencillos y ya desde aquí te digo que te quiero en Morwen en cuanto seas mortífago. Tu rol es genial y por tanto puedes acceder al grupo de roleros de gran calidad que lo forman. No te preocupes, ya te iré hablando de ello.

Abusas de los sujetos elípticos de manera que algunas frases las has de leer dos veces para saber con seguridad a quien se refiere.

-Deseo estar sola, José, déjeme en paz, mi madre puede esperar unos momentos-
-Mi señora, se encuentra bien, casi no ha comido, y se ha recluido aquí apenas comenzado el baile...

Bueno, esta frase no se entiende porque después de leerla varias veces he decidido que le faltan los interrogantes… Tal como la has escrito parece que el Mayordomo habla de la madre y no es hasta encontrar el “aquí” que nos damos cuenta de que habla de ti. La frase bien escrito sería:
- Mi Señora, ¿se encuentra bien? Casi no ha comido y se ha recluido aquí apenas comenzado el baile…

¿Ves la diferencia? Al hablar de la madre en la frase de arriba y no especificar el “Señora” parece que la que se encuentra bien y que no ha comido sea tu madre… Al ser un sujeto elíptico ha dificultado la comprensión.

José abandonó la estancia, y se sentó en una de las butacas.

Aquí has de fijarte bien que quien se sentó no puedo ser José porque abandonó la estancia… Es decir, al elidir el sujeto has hecho difícil el entender fácilmente la frase.

José abandonó la estancia; ella se sentó en una de las butacas.

También has utilizado mal la puntuación. Es curioso porque es algo que me he encontrado con casi todas las pupilas que he tenido… Delante de las conjunciones y de las preposiciones nunca va una coma porque ellas mismas ya hacen la función de la cosa y se permite hacer en ellas la respiración para tomar aire…
Iba vestida con un bello modelo de la época en tonos pasteles; y su cabello caía suelto  en tonos pastel y su cabello caía suelto.
del hogar de la familia Suárez; y respiraba acompasadamente el…  del hogar de la familia Suárez; respiraba acompasadamente el…
En una de sus manos sostenía un bello guante color blanco, mientras que en la otra (con el guante puesto), acariciaba la baranda de bella caoba del balcón.  En una de sus manos sostenía un bello guante color blanco mientras que en la otra (con el guante puesto) acariciaba la baranda de bella caoba del balcón.
Sintió un ruido, y giró rápidamente, José, uno de los sirvientes de la familia, había entrado al pequeño refugio de María Ángel; quien inclinó la cabeza en un saludo casi imperceptible.  Sintió un ruido y se giró rápidamente. José, uno de los sirvientes de la familia, había entrado al pequeño refugio de María Ángel, quien inclinó la cabeza en un saludo casi imperceptible.
Aquí me queda la duda de que si fue el Mayordomo y si fue la chica quien saludó… Me inclino por María ángel pero no puedo dejar de preguntarme si era eso lo que querías señalar porque me cuesta ver a la muchacha saludando al mayordomo si no era para demostrarle que le había sentido…



José abandonó la estancia, y se sentó en una de las butacas  la estancia y se sentó…
Por un lado, mi familia, y los valores de la magia que sustentaban; y por el otro, la misteriosa viajera que…  Por un lado mi familia y los valores de la magia que sustentaban; por el otro la misteriosa viajera que…
Me acerqué a mi madre, quien me abrazó con los ojos  Me acerqué a mi madre quien me abrazó…
Los ojos de Diego se posaron en los míos, y me sonrió, le devolví su pura sonrisa; y le envié un suave beso  Los ojos de Diego se posaron en los míos y me sonrió. Le devolví su pura sonrisa y le envié un suave beso.


Otros usos erróneos de las comas: no pueden romper una frase con una coma como si fueran dos… Cada frase debe tener un verbo y así sí podrías separarlo con comas (recuerda que hay frases de verbos elípticos…)
Una joven de unos 19 años, observaba el cielo estrellado  Una joven de unos 19 años observaba el cielo estrellado
Entonces lo ví, alto y moreno bailando con la extraña viajera  Entonces lo vi, alto y moreno, bailando con la extraña viajera
-Son las doce señorita, su madre la llama-  -Son las doce, Señorita, su madre la llama

Pequeños errores de tipiado (por no corregir antes de editar, seguro que las hubieras evitado):
por uno de los balcondes de la bibloteca del…  por uno de los balcones de la biblioteca del…
-¡Ya tomé una desición!-  decisión

Y sólo cuatro acentos, y son diacríticos, con lo que eran difíciles. Esto es un record… Es la primera vez que alguien me escribe un post tan perfecto…
tenía que decidir que haría de mi vida  qué
dije levantandome bruscamente  levantándome
tú sabes cuanto te amo  cuánto
Entonces lo ví,  vi

En cuanto al contenido creo que has fallado en algo que no he sabido ver… ¿Cómo es María Ángel? Cuando empiezas un rol siempre has de poner alguna referencia física de tu personaje: características físicas (pelo, ojos, ropaje) y psíquicas que lo marcan para que el siguiente roleador tengo en dónde basarse para seguir el relato. Eso es lo que realmente te ha fallado. En todo momento su personaje ha sido una figura femenina a la que no he podido ponerle cara ni darle un cuerpo porque tú no la has descrito. Quiero que eso lo corrijas en tu siguiente post.

Notarás que no he avanzado en la historia como debiera de haber sido normal. Lo que he hecho es hacer una precuela para explicar quién era esa misteriosa viajera.
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Aryan Miér Nov 04, 2009 12:09 am

La pieza terminó, y tanto Diego como Sagitas se acercaron a mí. Llegaron a mi lado, Diego me abrazó, y cuando Sagitas estaba por sentarse me levanté como accionada por un resorte. Viendo la sorpresa en el rostro de Diego le dije:

-Vamos un momento al jardín- y luego dirigiéndome a Sagitas dije: -Señorita Ryddleturn Lovegoodwell ¿podría esperarme unos minutos? Debo hablar con usted, pero antes debo hacerlo con Diego-

Sagitas me sonrió de forma espeluznante y me dijo mientras sacudía su violeta cabellera:

-No hay ningún problema María Ángel, y recuerda que puedes decirme Sagitas. Te esperaré en la biblioteca, ¿te parece?-

-Claro que sí Sagitas, donde tú desees- sonriendo tomé a Diego de la mano y nos alejamos rumbo al jardín.

Mientras caminábamos hacia el jardín, pensaba en como la presencia de Sagitas parecía haberse tragado mi habitual jovialidad y mi buen humor, lo único que quedaba de lo que era mi persona normalmente era el amor que sentía por Diego. Ahora era como una piedra, fría y dura, había cambiado tanto en unas horas...

Llegamos al jardín y Diego me besó apasionadamente. Sorprendida disfruté del calor de su beso, pero al recordar el rostro de Sagitas cuando había pronunciado su nombre esta mañana, me separé de él bruscamente. Diego me observó sorprendido y me dijo:

-¿Qué es lo que te sucede amor mío? Hoy has estado tan distante. Te recluiste en la biblioteca apenas comenzó el baile, y ahora te alejas de mi de esa forma. ¿He hecho algo malo?-

-Tu jamás podrías hacer algo malo vida mía, soy yo, es que... mi mente está ocupada en demasiadas cosas...- Miré hacia la ventana de la biblioteca y vi a Sagitas que nos observaba - Amor mío, Diego, sabes que eres lo más importante para mí en esta vida, pero no deseo seguir a tu lado, junto a ti no tengo el futuro que deseo, por más que te ame, he llegado a la conclusión de que no eres el hombre para mí-

-No te creo María Ángel, tú no eres así, eres incapaz de lastimarme o de lastimar a alguien de esa forma. ¿Qué te ha sucedido?¿Dónde está la mujer alegre y jovial de la que me enamoré?¿Quién es este trozo de hielo que está conmigo?- Me dijo inundado por la desesperación

-Este pedazo de hielo es lo que siempre he sido y lo que tú no has querido ver- le dije mientras sentía que mi corazón se paría en dos -Vete de aquí y no vuelvas más no deseo verte en mi vida, eres inferior y deberías saberlo. El mayor error de mi vida ha sido enamorarme de ti- dicho esto dejé a Diego con cara de aturdimiento y llegada a una distancia prudente me desaparecí.

Con un suave ¡plop! me aparecí en la biblioteca. Sagitas estaba ahí, mirándome sonriente, se sentó en una de las butacas de la biblioteca y me dijo:

-Has hecho lo correcto, ese muggle no te llega ni a los talones, tú eres superior, no debes mezclarte con la gente como él-

-¿Aún a costa de perder el corazón?- le dije con un hálito de voz

-Si vas a ser mortífaga los muggles no deben importarte y menos que menos debes enamorarte de alguno de ellos, no hay mayor traición a la Marca que el relacionarse con un muggle- Explicó Sagitas

-Sagitas he decidido acompañarte y unirme a la Marca. aunque supongo que lo sabes ya. Mañana al amanecer partiremos, y dejaré mi hogar para siempre-

-¿Estás segura de que nos iremos mañana? Creo que primero deberemos asistir a un funeral inesperado-

Sagitas no terminaba de hablar y se sentía el sonido de un disparo. Corrí hasta la ventana de la biblioteca, y desde ella observé como la sangre de Diego teñia el verde pasto, mientras que su mano ya sin vida sostenía el arma que le había dado muerte.
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Sagitas Payasa Miér Nov 04, 2009 12:13 am

La situación me hizo sonreír detrás de la muchacha. La lividez en la piel de su mano, apretada contra el cristal, arañándolo frenéticamente con los dedos engarfiados… Un murmullo casi inaudible salía de su boca mientras contemplaba por la ventana el cuerpo exánime de su prometido.

-- Me imagino que esto retrasará unos días nuestra partida. ¿Me adecuarás una habitación para descansar mientras tanto?

El rostro iracundo de la jovencita se volvió hacia mí. La miré y traté que mi cara mostrara cierto aire apesadumbrado que no desentonara con el triste acontecimiento acaecido.

-- Diego… Diego se ha… se ha suicidado…

-- ¡Oh! Y lo lamento… Te doy mi más sentido pésame, María Ángel.

-- Realmente no lo parece.


El dolor y la rabia se reflejaban en el rictus de su boca y en las arrugas de sus ojos.

-- No quiero… He tenido que… ¡Te odio…!

-- No me esperaba que fueras tan sentimental, chiquilla. Tu decisión ya estaba tomada de antemano. Esto sólo supone un ligero contratiempo. Te puedo conceder un margen de dos días para los preparativos del funeral. Entiendo que quieras estar presente. Pero pasado mañana debemos incorporarnos a las clases de la Oficina. Si estás dispuesta a seguirme te espero. Si no lo quieres… dímelo ahora y desapareceré en este preciso instante.


Posé mis ojos en ella mientras movía un pie impaciente. El tacón sonó agresivamente en aquella estancia vacía y el eco se esparció, sorprendiéndola.

Se puso a llorar. Me acerqué a ella y la abracé. Ella siguió llorando apoyada en mi cuerpo, rodeada por mis brazos.

-- Sshhh, mi niña… Llora… Llora si quieres… Aquí estamos para ayudarte… En La Marca encontraras una Familia que te ayudará a superar el dolor…

Ella siguió con su llanto. Cuando los temblores parecieron cesar hice aparecer un fino pañuelo de encaje con el que se enjuagó las lágrimas.

-- ¿Has… has llorado alguna vez estando allá dentro? ¿Has sentido remordimientos?

Le miré sorprendida. Pensé melancólicamente en la de veces que había derramado lágrimas en aquella vida que había escogido.

-- ¿Yo…? ¡Nunca! Bueno, tal vez al principio tuviera algún desahogo… Ya no lo recuerdo.

-- ¿Merece la pena? – inquirió con la voz todavía llorosa.

-- ¡Por supuesto!

La puerta se abrió violentamente y nos sorprendió muy cerca la una de la otra.

-- ¡Túúúu...!

La Sra. Suárez entró hecha una furia y señaló con su dedo hacia nosotras.

-- ¿Qué le has dicho? ¿Qué hizo que se suicidara de manera tan dramática…? ¡Eres… una asesina!

-- ¡Madre…! Te juro que… yo no quería… Yo le dije que… -- la muchacha dio unos pasos hacia su progenitora, deseando explicarse, deseando que la entendiera.

-- Tú no, María Ángel… ¡Ella!


Ambas me miraban, la madre acusadora y la hija interrogativa. Puse cara de no entender nada de lo que decía

-- ¿Yo?

-- Sí, tú. No te hagas la bobalicona. Te vi hablar con él mientras mi niña no llegaba. Le dijiste algo… Tú le has asesinado…


Enarqué una ceja algo irritada. ¿Yo, bobalicona? Mi mirada mortífaga se reflejó en mis ojos.


OFF.-

Tu post es excelente, Aryan. Me siento orgullosa. Debo mencionar que no he encontrado ningún fallo de ortografía (una única palabra mal escrita que se te debe de haber pasado).

Fallas sin embargo en la puntuación. En este tendrás que poner algo de cuidado. Un post tan exquisito como el que has escrito y se ha visto afeado por la mala colocación de las comas y los puntos. Procedo a enumerártelos:

La pieza terminó, y tanto Diego como…  nunca una coma delante de la “y”: “La pieza terminó y tanto Diego como…”

Diego me abrazó, y cuando Sagitas…  el mismo caso: “Diego me abrazó y cuando Sagitas…“

No hay ningún problema María Ángel, y recuerda que puedes decirme Sagitas  el mismo caso: “No hay ningún problema María Ángel y recuerda que puedes decirme Sagitas” Ah, yo pondría mejor el verbo llamar; decir no es incorrecto totalmente pero es una mala traducción literal del latín que sólo se utiliza en determinados pueblos de habla arcaica (como Castilla centro y Norte en España o determinados lugares de Centroamérica)

Mientras caminábamos hacia el jardín, pensaba en como la presencia de Sagitas parecía haberse tragado mi habitual jovialidad y mi buen humor, lo único que quedaba de lo que era mi persona normalmente era el amor que sentía por Diego. Ahora era como una piedra, fría y dura, había cambiado tanto en unas horas... – Lo copio entero porque te falla la puntuación en este párrafo: “Mientras caminábamos hacia el jardín pensaba en cómo la presencia de Sagitas parecía haberse tragado mi habitual jovialidad y mi buen humor; lo único que quedaba de lo que era mi persona normalmente era el amor que sentía por Diego. Ahora era como una piedra, fría y dura. ¡Había cambiado tanto en unas horas...!” No sitúas bien la coma ni el punto seguido, Obvias un punto y coma y la última frase queda más clara entre signos de admiración.

Sorprendida disfruté del calor de su beso, pero al recordar el rostro de Sagitas cuando había pronunciado su nombre esta mañana, me separé de él bruscamente.  En este caso delante del pero tampoco va una coma y sí detrás al acotar entre comas una frase: “Sorprendida disfruté del calor de su beso pero, al recordar el rostro de Sagitas cuando había pronunciado su nombre esta mañana, me separé de él bruscamente.” Si te fijas esa frase entre comas hace de explicación, como frase independiente.

Hoy has estado tan distante. Te recluiste en la biblioteca apenas comenzó el baile, y ahora te alejas de mi de esa forma.  La primera frase la acabaría con puntos suspensivos, el chico se está quejando y quedaría bien mostrar un anhelo escondido en sus palabras. Y después volvemos a la coma delante de la “y”, no se ponen nunca porque la copulativa ya indica un parón en la respiración de la frase: “Hoy has estado tan distante… Te recluiste en la biblioteca apenas comenzó el baile y ahora te alejas de mi de esa forma.”

Diego, sabes que eres lo más importante para mí en esta vida, pero no deseo seguir a tu lado, junto a ti no tengo el futuro que deseo, por más que te ame, he llegado a la conclusión de que no eres el hombre para mí  otro párrafo mal puntuado. La coma delante del “pero”, norma que ya te he mencionado. Muchas frases independientes unidas por comas en vez de puntos... “Diego, sabes que eres lo más importante para mí en esta vida pero no deseo seguir a tu lado; junto a ti no tengo el futuro que deseo. Por más que te ame he llegado a la conclusión de que no eres el hombre para mí”. Te recalco además que la frase ha quedado inacabada por el artículo… Si en vez de “el hombre” hubieras dicho “hombre”, la frase hubiera tenido mejor significado: “he llegado a la conclusión de que no eres hombre para mí”. Si quieres mantener el artículo deberías haber añadido algo más: “he llegado a la conclusión de que no eres el hombre indicado para mí”, por ejemplo, o “he llegado a la conclusión de que no eres el hombre para mi necesidad futura…”

Vete de aquí y no vuelvas más no deseo verte en mi vida, eres inferior y deberías saberlo.--> Aquí ni pones el punto ni el punto y coma… “Vete de aquí y no vuelvas más. No deseo verte en mi vida; eres inferior y deberías saberlo.”

Sagitas estaba ahí, mirándome sonriente, se sentó en una  “Sagitas estaba ahí, mirándome sonriente. Se sentó en una…”

-Sagitas he decidido acompañarte y unirme a la Marca. aunque supongo que lo sabes ya. Mañana al amanecer partiremos, y dejaré mi hogar para siempre ”-Sagitas, he decidido acompañarte y unirme a la Marca. Aunque supongo que lo sabes ya. Mañana al amanecer partiremos y dejaré mi hogar para siempre-“

Sagitas no terminaba de hablar y se sentía el sonido de un disparo. Corrí hasta la ventana de la biblioteca, y desde ella observé como la sangre de Diego teñia el verde pasto, mientras que su mano ya sin vida sostenía el arma que le había dado muerte.  He aquí el único acento encontrado… También te aconsejaría que en esta primera frase no utilizaras un tiempo verbal en imperfecto sino en indefinido, le da más oscuridad a la frase, ideal para el suicidio. Y una coma mal situada: “Aún Sagitas no terminó (o había terminado)de hablar y se sintió el sonido de un disparo. Corrí hasta la ventana de la biblioteca y desde ella observé como la sangre de Diego teñía el verde pasto mientras que su mano ya sin vida sostenía el arma que le había dado muerte.”

En resumen, a trabajar más la puntuación. El relato es fan-tás-ti-co…
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Aryan Miér Nov 04, 2009 12:48 am

Diego estaba muerto, se había suicidado... Parecía estar sumergida en una especie de trance, no podía creer lo que le había hecho al amor de mi vida.

Me alejé de la ventana furiosa, el odio y el dolor me cegaban, no podía dar crédito a lo que mis ojos habían visto, todo debía ser una mentira.

Sagitas parecía disfrutar con mi dolor; aunque su cara mostrarara apesadumbramiento en sus ojos se veía que no sentía nada, salvo regodeo y satisfacción por haber cumplido con su deber.

Mientras hablábamos, pensaba en todo lo sucedido esa noche, en lo sucedido en el día entero. Mi vida había cambiado para siempre... Parecía que el destino se empeñara en hacer que entrara a la Marca, o no tan sólo el destino, sino Sagitas.

Lo único que me ataba realmente a mi hogar era Diego, por más que abandonara a mi familia y a mi prometido por la Marca, siempre habría en mi corazón un resquicio que clamaría sin tregua por volver a sus brazos. Diego era el único obstáculo real entre una vida de entrega sin reservas a la Marca y una mortífaga que considerara a cada instante el desertar.

Ahora que lo pensaba, Diego no le convenía a Sagitas, es más Diego no le convenía a la Marca en general; no era muy buena propaganda una morti enamorada de un muggle.

Mientras repasaba minuciosamente cada detalle de la velada, hablaba entre sollozos con Sagitas, la cual no parecía advertir todo lo que sucedía en mi interior. Ella respondía atentamente a mis preguntas y no parecía notar que la niña abrumada por el dolor y la culpa no era más que una fachada pra ocultar la rabia que sentía en realidad...

En un momento dado le pregunté:

-¿Merece la pena?-

-¡Por supuesto!- Fue su nerviosa respuesta

La puerta se abrió de repente y reboto con violencia contra la pared. Mamá entró a la habitación con la cara desencajada por el dolor mientras gritaba:

-¡Túúúu...!-

Mamá nos señaló, al instante pensé "Mi Dios, mi crimen ha sido descubierto" pero antes de que pudiera articular palabra ella dijo:

- ¿Qué le has dicho? ¿Qué hizo que se suicidara de manera tan dramática…? ¡Eres… una asesina!-

Embargada por el dolor y el miedo dije:

- ¡Madre…! Te juro que… yo no quería… Yo le dije que… - Pero ante mi sorpresa mamá dijo:

- Tú no, María Ángel… ¡Ella!- Señalo con su dedo enguantado a Sagitas.

Fue como si el piso hubiera desaparecido, estaba mareada y confundida, parecía que todo lo que había pensado cobraba sentido. Empujé a Sagitas hacia un costado y miré a mi alrededor desorientada, en mi cabeza resonaban las palabras de mi madre " Te vi hablar con él mientras mi niña no llegaba. Le dijiste algo… Tú le has asesinado…".

Miré a Sagitas interrogativa, y sintiéndome desfallecer caí al piso con estrépito. No estaba desmayada, sino en un estado de semi-inconsciencia. Escuché como mi madre gritaba a la mortífaga:

-No eres feliz con asesinar a Diego, ahora planeas matar a mi niña!!!!!-

Mi mirada estaba borrosa pero pude observar como mamá sacaba su varita y apuntaba a Sagitas quien sumamente calmada le dijo:

-Sra. Suárez, le ruego guarde su varita. No deseo que deba perecer más gente de la necesaria, María Ángel ya ha sufrido mucho por la muerte del indeseable. ¿Es que acaso desea que ella tenga que llorar más muertos? No lo creo, así que hágame el favor de guardar su varita- Sagitas amenazó a mamá fríamente.

Sintiéndome ya más fuerte, me incorporé, vi que mamá no había guardado su varita y que Sagitas mostraba también la suya; apuntando con ella a mi madre. Antes de que pudiera decir algo mamá exclamó:

-¡¡Maldita, te mataré, morirás antes de llevarte a mi hija!!-

Mamá no tiempo de articular hechizo alguno , ya que Sagitas más rápida exclamó:

-¡Avada kedavra!- El rayo verdoso atravesó la estancia e impactó en el pecho de mi madre quien se elevó un metro del suelo y cayó con un golpe sordo.

Miré a Sagitas sin reaccionar ante lo que acababa de hacer, ella me devolvió una mirada sumamente fría y guardando su varita me dijo:

-Tú única familia de ahora en adelante será la Marca. Espero que hayas aprendido la lección, una vez que eliges este camino debes seguirlo cueste lo que cueste- Pasando junto al cadáver de mi madre me tendió una mano y dijo -Ahora nos vamos, María Ángel, nos iremos y nunca volverás a tu hogar; de ahora en adelante el cuartel de la Marca será tu único hogar-

Miré a Sagitas anonadada, mi cerebro no alcanzaba a procesar todo lo que ella decía. Idiotizada por lo que había sucedido pasé junto al aún caliente cadáver de mi madre y le tomé la mano.
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Sagitas Payasa Miér Nov 04, 2009 1:18 am

¡Esto era el colmo! Aquella mujer, aquella insensata, se había atrevido a amenazarme con su varita. Pasé por delante de su cadáver. Había pagado cara su osadía. Ya no me habia hecho gracia que me hablara en ese tono y se lo había permitido por respeto a María Ángel. ¿Pero que sacara la varita e intentara matarme…? ¿A mí, a una mortífaga?

¡Pobre neutrales! Se creían más importantes de lo que eran.

Impaciente taconeé hacia la puerta de salida. El mal humor se había apoderado de mi genio y quien se interpusiera en mi camino tendría problemas. Extendí la mano hacia la chica que me miraba aturdida.

-- ¿Vienes?

Ella avanzó aunque se le veía indecisa a pesar de mis palabras. O tal vez por ellas. Habían sonado duras pero había sido clara. Una vez dentro de La Marca su familia seríamos nosotros y cualquier estorbo que nos impidiera avanzar sería eliminado.

La puerta se abrió tan rápidamente que ni tiempo tuve de girar la mirada hacia quien entraba mientras con mi mano asía a la ya mi pupila con fuerza.

Maldije el haberme guardado la varita tras la muerte de su madre. Ahora un mayordomo me miraba impasible apuntándome con la suya entre los ojos. Permanecimos quietos, mirándonos fijamente.

-- Josep, ¿qué haces? – preguntó María Ángel.

-- ¡Sueltela! ¡Ya!

-- No tengo por qué.

Mi voz sonó fría y orgullosa. Apreté firmemente la mano hasta casi sacarle un gemido a la chica.

-- Eres una asesina y pronto te pudrirás en Azkabán.

-- ¿Y tú vas a hacer eso solito o tendrás que pedir ayuda?


Mi mano libre intentó alcanzar la varita que guardaba en mi ropaje cuando soñé con un campo soleado junto a una mansión señorial. Mi hermana corría junto a la rivera y le grité que se parara por miedo a que se cayera dentro del río.

-- Arelia, ten cuidado – murmuré.

-- ¿Su nombre es ese, entonces?

Moví la cabeza desconcertada y descubrí que estaba atada, en el medio de la biblioteca, rodeada de personas que me vigilaban. Me incorporé ligeramente, quedando sentada. La falda de mi vestido se había levantado y mostraba las media blancas y gruesas que eran tan de moda en aquel momento en la capital. Josep seguía amenazándome con su varita.

-- ¿Un Confundus?

-- Un Desmaius.

-- Entiendo…


Mi voz se hizo pensativa ante el giro que habían tomado los acontecimientos. María Ángel estaba sentada en uno de los cómodos sillones de la sala, rodeada de varias personas, no supe distinguir sin protegiéndola o custodiándola.

-- Me decía que su nombre era…

-- Sagitas Ryddleturn Lovegoodwell, ya lo había dicho al presentarme en la casa.

-- El verdadero. Ese es el de mortífaga.

-- Siempre he sido Sagitas
– repuse fríamente. En realidad mi nombre verdadero había desaparecido de los registros. -- ¿Y a que debo el placer de esta… cómoda atadura?

-- Estarás aquí hasta que confieses tu crimen. Hemos decidido juzgarte.


Di un vistazo alrededor. Unas doce personas me miraban con desagrado. Todas vestían con ropa de servicio.

-- Deberías escoger mejor a tus sirvientes, María Ángel… Éstos son un poco desleales.

-- Somos leales desde siempre a la Familia Suárez. Y a la Orden. Tú eres quien has emponzoñado con tu presencia estas fiestas e intentas llevarte con malas artes a la Señorita.

-- Tal vez ella quiera venir conmigo. Y no deberíais impedirlo. Fue la Orden quien mató a su padre.

-- No es cierto, yo estaba allí y juré proteger a la familia de todos ustedes. Fueron los mortífagos los que atacaron y no les importó matar a los neutrales presentes. Él sólo intentó plantar cara y defender a un inocente cuando le mataron.

-- Fue un error auror, lo pone en las Actas de la investigación.

-- Se falsificaron para no dar los motivos que generaron el ataque mortífago. Buscaban algo que no hemos encontrado nunca. Y estamos seguros que si quieren engatusar a la Srta. Suárez es para quedarse con la casa y encontrarlo cuando la mansión quede en sus manos
.

Me incorporé como pude, intentando mantenerme firme. Algo no muy fácil de hacer, sin embargo. Aquellas cuerdas me impedían el movimiento. El mayordomo era bueno pero no iba a dejar que me degradara en el suelo. A lo lejos se oían lamentos. Supuse que los familiares del muerto Diego deberían de estar preparándose para el entierro. Busqué con la mirada el cuerpo de la Sra. Suárez; también había sido retirado.

-- Interesante situación… Y compleja… ¿Y ahora qué hacemos, Josep? ¿Me matas? ¿Me escapo? ¿Me llevo a María Ángel conmigo? ¿Rebato tus teorías sin fundamento?

María Ángel contemplaba la escena, inquieta, callada.Parecía increíblemente aturdida. Intentó levantarse pero se lo pensó y permaneció en el sillón. Aún así me preguntó con voz decidida.

-- ¿Qué le dijistes a Diego, Sagitas?
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Aryan Vie Nov 06, 2009 5:24 am

Me encontraba en la más profunda de las confusiones. La mortífaga había asesinado a mi madre a sangre fría y aún así, yo había decidido seguirla. No lograba comprenderme, me sentía perdida y desorientaba.

Las palabras de mi madre seguían resonando en mi cabeza "¿Qué le has dicho? ¿Qué hizo que se suicidara de manera tan dramática…? ¡Eres… una asesina!Te vi hablar con él mientras mi niña no llegaba. Le dijiste algo… Tú le has asesinado… ¡No eres feliz con asesinar a Diego, ahora planeas matar a mi niña!" Sin pensarlo, me levanté tambaleante y atravesé el cerco de criados que me protegían:

- ¿Qué le dijiste a Diego, Sagitas?- pregunté inmutable

-Nada que tú no pudieras saber. El único encuentro que tuve con tu difunto prometido fue cuando bailamos en el salón y a vista de todos- Sagitas hablaba con convicción pero sus ojos brillaban desafiantes.

-Supongamos que te creo- Dije al tiempo que levantaba mi varita y la examinaba cuidadosamente -¿Qué me impide que te deje a merced de los miembros de la Orden? Desde que pisaste esta casa mi vida se ha desgraciado. ¿Es esto lo que ofrece "tu" marca? Dolor, decepción, soledad y muerte. Porque no he sentido otra cosa desde que me invitaste a las filas mortífagas.-

-Que mal me has comprendido María Ángel. No eres el tipo de persona que creía. Para ser un mortífago se requiere fuerza y lealtad y tú, careces de ambos- dijo Sagitas con una mueca despectiva en su rostro

Le hice una seña a José con mi mano izquierda para que se corriera y me permitiera caminar libremente alrededor de la prisionera. Reí con sarcasmo y me acerqué a Sagitas. Estábamos cara a cara, podía sentir su aliento y su rabia. Levanté mi varita con rápidez y apuntando a la pared dije:

-¡Bombarda!- Tomé con fuerza el brazo de la Ryddleturn y nos desaparecimos.

-Pensé que me entregarías- Dijo Sagitas -¿En dónde nos encontramos?-

-Dije que te acompañaría y no mentí- Respondí a la vez que me levantaba del suelo y me acercaba a ella -Por el momento estamos en una de las bodegas, en el ala opuesta de la casa-

Realizé un movimiento cortante con mi varita y Sagitas se vio libre de sus ataduras. Me acerqué a la puerta para tratar de percibir cualquier ruido proveniente de los pasillos.

-Debemos huir, la casa no será segura por mucho tiempo. Está infestada de aurores- Dijo Sagitas.

-Tienes razón, desde ahora serás la guía. No se hacia dónde debemos dirigirnos- Respondí con una sonrisa.
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Sagitas Payasa Lun Nov 16, 2009 9:22 pm

estoy en ello, no desesperes.

Perdón, pero tengo una urgencia rolística (el circo) que me copa el tiempo.

Prometo no tardar
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Sagitas Payasa Mar Nov 17, 2009 3:22 pm

Sonreí satisfecha ante el giro que había tomado la acción.

-- Eres rápida, muchacha. Por eso te quiero en La Marca.

Mis palabras acompañaban a mis manos que, con el Diffindo, se deshacían de las amarras que me habían inmovilizado hasta ese momento. La muchacha parecía retener cualquier intento de entrada allá con su varita en ristre. Reconocí su valor al intentar luchar contra los que hasta ahora eran sus amigos.

-- ¡Oh, no sigas con eso, Mari Ángel! Ese escudo no podrá detenerlos para siempre... Aunque he de reconocer que tu magia es potente, estás dejando demasiado rastro y te siguen.

Le puse la mano en el hombro mientras comprobaba que efectivamente el escudo desaparecía tras varios rayos de ataque auror. Uno de ellos, escandalosamente rojizo se acercaba hacia ella cuando me Desaparecí arrastrándola conmigo.

Aparecimos en un lugar oscuro y frío. Por la forma inclinada del techo deduje que era la buhardilla del edificio.

-- ¿Dónde estamos? – inquirió ella.

-- En tu casa, unos cuantos pisos más arriba de donde estábamos antes.

Comencé a murmurar hechizos defensivos. No podía dejar que un mísero “Homenum Revelio” indicara nuestra posición.

-- Pero... ¿por qué no hemos huido, Sagitas? ¿Qué hacemos aquí?

Suspiré. Con un movimiento de mi varita cambié mis valiosos zapatos por unas sandalias toscas, más ligeras y más silenciosas. Echaría de menos mi elegancia, pero era necesaria la discreción en este momento.

-- Creo, Mari Ángel, que te debo una explicación. Mereces saber por qué te vigilábamos y te teníamos en nuestro punto de mira, y también por qué te controlaban esos... mamarrachos de aurores.

Vi su cara expectante ante mis palabras. La luz de mi varita me indicó dos sillas más o menos cómodas que una reforma anterior de la casa había eliminado de alguna salita y los había relegado en aquel lugar. La invité a sentarse mientras yo lo hacía y me miraba los tobillos. Las cuerdas habían dejado marcas en ellos y los tenía doloridos.

Me apliqué un Episkey mientras ella vigilaba mis movimientos, extrañada por nuestra no huida de la mansión. Respondí a su mirada muda.

-- Mari Ángel... Tu padre fue un mortífago; y de los buenos...Era unos de los rangos más altos de aquella época. Estaba infiltrado en el Ministerio cuando fue asesinado. Yo era muy novata entonces y fue mi primera salida. Pero recuerdo bien su mirada cuando cayó de un disparo auror. Había sido descubierto y lo mataron por ello.

Pude ver el horror en su cara.

-- Consiguió sustraer un objeto muy importante de la Sala de los Misterios, algo que queremos y necesitamos. No hemos conseguido encontrarlo por lo que creemos que ha estado aquí durante todo este tiempo. Nunca hemos podido entrar, siempre han estado controlando a todos los que llegan y salen y piden cobijo. Esta era nuestra última oportunidad.

Me reí ligeramente mientras frotaba mis muñecas, también presentaban marcas. Las amarras habían sido apretadas a conciencia.

-- Yo he sido la única lo suficientemente loca para entrar aquí a sacarte de tu secuestro camuflado y buscar aquello por lo que murió tu padre.

Su cara parecía una máscara. No supe si me iba a retar o se iba a poner a llorar en cualquier momento.

-- Por eso estamos aquí, por eso no huimos. Quiero llevarte a La Marca y que reclames lo que es tuyo y te pertenece, tu rincón en la organización. – Mi mirada ensoñadora se perdió en el recuerdo de unos brazos fuertes rodeando mi cuerpo, alejándome del rayo maldito que iba a mí dirigido. Por unos instantes apreté las mandíbulas al recordar aquel acto heroico de mi tutor, que me salvó la vida y se la quitó a él en mi lugar.

No había sido justo. Yo sólo era una novata entonces. Desfruncí el ceño y sonreí a la muchacha. Parecía una estatua de piedra observando mi cambio de humor.

-- Pero también quiero eso por lo que tu padre arriesgó su vida. Tú conoces la casa. ¿Por dónde empezaríamos?




OFF.-

Excelente trabajo narrativo, Aryan. Me encanta tu capacidad para desenvolverte en el rol. No creo que necesites nada más. Para mí eres un aprobado claro, clarísimo, de esta clase. Siempre me ha gustado como escribes. Poco te he de corregir. Aún así haré el trabajo por el que me pagas (porque me pagarás, ¿verdad?)

De excelente hechura y contenido, te señalo tres comas. Es algo inapreciable, pero te las remarco:


“había asesinado a mi madre a sangre fría y aún así, yo había decidido seguirla.”

O sobra una coma o falta una coma. Puede ponerse de dos maneras según lo que quieras expresar en el texto:

“había asesinado a mi madre a sangre fría y, aún así, yo había decidido seguirla”. Con esta solución acotas tu sentimiento contrario a lo que indica la lógica, enfatizas la dicotomía de tu forma de pensar y el malestar que te crea.

“había asesinado a mi madre a sangre fría y aún así yo había decidido seguirla.” Al no acotarlo entre comas haces más ligera la frase, como si no le dieras mucha importancia a ese hecho, lo has notado casi como algo anecdótico.



Como norma, cuando te diriges a alguien en segunda persona y después añades su nombre, enfatizando la frase, ha de ir detrás de una coma. Así:

“-Que mal me has comprendido, María Ángel”

Por cierto; a este párrafo no le has puesto el punto y final.



Nunca se pone coma delante de una “y” copulativa porque ella misma ya indica una pausa para respirar. Hay ocasiones, sin embargo, que no es copulativa sino que sirve para fortalecer la frase, se podría anular y no le afectaría. En este caso sitúas una coma detrás de y + sujeto, con lo que está mal situada.

“Para ser un mortífago se requiere fuerza y lealtad y tú, careces de ambos”. Al anular la “y” has puesto un sujeto + coma + resto de la frase; has roto la estructura de la frase. Si quisieras realmente poner una coma, éste iría delante de la “y” sin función copulativa. (A propósito, es "de ambas")




Otros errores

“¡No eres feliz con asesinar a Diego, ahora planeas matar a mi niña!" Yo creo que esta frase quedaría mejor como adversativa:
“no sólo… sino que…”



Cuando hables de la marca recuerda que es nombre propio, ha de ir en mayúsculas, La Marca.



-Supongamos que te creo- Dije…” Si tú me hablas a mí no puedes utilizar un nosotros plural. Sólo sería lícito si la frase fuera algo así : “-Supongamos que te creo y tú finges que me crees- Dije…” Si no, has de usar el singular: “-Supon que te creo- Dije”

Por cierto, que en dos sitios has usado la mayúscula en el verbo. La frase de un diálogo es siempre igual: guión + frase + (coma) + guión + verbo. No puede ser mayúscula mientras sigas esta norma. Excepciones: cuando sean frases independientes, que se aconseja ponerlas en punto y aparte. Ejemplos, que seguro que no me he explicado bien.

“-- Vuelve ahora mismo -- grité.”

“— Vuelve ahora mismo. – Mi grito se oyó en toda la galería.

“— Vuelve ahora mismo.

Mi grito se oyó en toda la galería.”





Por último, el bombarda ya no existe. Deberías usar el Cofringo.
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Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas) Empty Re: Navidad Oscura (Tutoría con Sagitas)

Mensaje por Aryan Sáb Jun 11, 2011 1:20 am

No sabía a quién creer; por un lado José parecía seguro de que mi padre no era mortífago y por el otro Sagitas afirmaba lo contrario. Por el momento era mejor seguir el juego de Sagitas, la Marca había pasado a segundo plano; ahora Diego y las últimas palabras de mi madre dominaban mi mente por completo.

- Pero también quiero eso por lo que tu padre arriesgó su vida. Tú conoces la casa. ¿Por dónde empezaríamos?-

Sagitas hablaba con seguridad pero antes de buscar el objeto que mi padre había robado del Departamento de Misterios había algo que saldar y cuánto antes mejor…

-Te ayudaré a encontrar ese objeto y por la memoria de mi padre juro que lo haré…- Mi voz amenazaba con quebrarse –Pero antes de buscarlo hay algo que tienes… Que debes responderme… Sagitas, por lo más sagrado ¿Qué le dijiste a Diego?-

El rostro de Sagitas había pasado del asombro ¿Y el temor? A una excelente cara de póquer, un juego del que los aristócratas comenzaban a disfrutar.

-María Ángel hay algo que no entiendes, yo no hablé con Diego en ningún momento- Inspiró –El único tiempo que pasé con él fue mientras bailábamos ¿De verdad crees que yo tendría motivos para hacerlo desaparecer? Era un indeseable, indigno de ti… Pero yo no podía tomar esa decisión por ti. La Marca es tu familia por elección no por obligación-

No podía creerle, Diego nunca hubiera hecho algo así porque lo creía una actitud de cobardes y ciertamente él no era un cobarde. Cuando terminé tan brutalmente con él estaba segura de que sufriría por un tiempo pero que se repondría; él ya estaba acostumbrado al abandono, por decirlo de alguna manera, primero su madre que huyó y luego su padre que se suicidó…

-Por elección, no por obligación- Repetí como un eco de la pelivioleta –Busquemos en las bodegas del ala este, la entrada está prohibida para todos, inclusive para mí. Nunca tuve motivos para ir a espiar lo que sea que mi madre escondiera allí-

Con una floritura de varita imité a Sagitas y cambié mis zapatos de tacón por comodas botas de montar de… de caballero. Ambas reímos y le tendí una mano. Sagitas la tomó y girando desaparecimos rumbo a las bodegas.
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